jueves, 2 de abril de 2020

La organización del proceso de trabajo escolar


La organización del proceso de trabajo escolar


Introducción.
En toda institución educativa es importante llevar a cabo la organización, ya que, es bien conocido que el éxito de las labores docentes, directivas o administrativas depende de la organización que se tenga dentro de la institución, desde un nivel individual hasta dentro de una escuela, empresa o grupo de trabajo. La organización para la Real Academia Española (s/a), es la “acción y efecto de organizar u organizarse”; además es un acto de disponer y coordinar los recursos disponibles dentro de una institución como son; materiales, personal humano y financiero.
La organización se utiliza en dos sentidos: el primero, es referirse a una institución o grupo funcional, ya sea un hospital, una escuela, un equipo deportivo, entre otros. Y en un segundo sentido, es un proceso de establecer y asignar labores de acuerdo a necesidades de las instituciones, para cumplir las metas u objetivos de una escuela. Dentro del ámbito educativo existen tres categorías de organización, que son: escolar, del trabajo y curricular, donde el presente trabajo se enfocará en las dos primeras organizaciones dentro de un centro educativo.

Desarrollo.
La organización escolar hace referencia a las condiciones objetivas bajo las cuales la enseñanza cuenta con una estructura, desde las competencias administrativas en cada uno de órganos del poder público, como son el municipal, estatal y federal. Por su parte, Bellesteros (1935), la organización escolar trata de someter la actividad multiforme de la escuela a normas para lograr que todos los elementos, que en ella interviene, contribuyen al mejor cumplimiento de su alta función educativa y social. Estos elementos son los planes y programas; las metodologías; los procesos de evaluación; los acuerdos, leyes y decretos; y, los programas federales.
Sáenz (1995), a partir de la revisión conceptual, considera que en la organización escolar se puede destacar la idea de: un carácter dinámico de una organización, la escuela como entidad compleja y la acción escolar como núcleo articulador. Asimismo, la organización escolar comprende el análisis de las situaciones en la educación formal y no formal, siempre que en ellas haya un proceso sistemático en el aprendizaje.
En cambio la organización del trabajo hace referencia a la división del trabajo dentro de la escuela, considerando la forma de la labor docente y demás trabajadores de la institución escolar, para lograr alcanzar los objetivos tanto de ésta, como del mismo sistema educativo. Está organización debe establecer las actividades, tiempos, materiales, distribución de las tareas del personal y la organización jerárquica.
Conjuntamente, la organización del trabajo docente siempre enfrentó fuertes resistencias en su debate, producto de una cultura que ve en el magisterio una vocación, un sacerdocio y, por lo tanto, una actividad distinta del trabajo organizado de forma profesional, portadora de derechos y deberes (Arroyo, 2000 y 1985; Apple, 1989; Enguita, 1991; Hypólito, 1997). La organización por parte del docente en la actualidad exige un mayor tiempo en su labor, pero no en la jornada escolar sino un mayor número de demandas en el mismo tiempos, por ejemplo: el desempeño de los alumnos; buscar nuevas formas, estrategias y métodos para enseñar, evaluar y atender a los alumnos, así mismo, que a los padres de familia; cumplir con las reuniones con sus colegas; adaptarse con el financiamiento de la enseñanza pública; y al mismo tiempo, cumplir con otras demandas externas por una política “eficiente” en el sentido de su extensión.
Además, el docente dentro de su organización de trabajo debe adaptarse a la situación actual de la escuela, ya que existen condiciones precarias, falta de herramientas para realizar las actividades educativas, al igual que materiales básicos de enseñanza y recursos pedagógicos que influyen directamente en el trabajo de los profesores, y en ocasiones en el aprendizaje del alumno. Así como lo menciona Hargreaves (1998), el papel del profesor siempre es definido y redefinido de una manera cada vez más amplia, englobando finalidades académicas, sociales y emocionales, que se encuentran en el entorno del alumno y de la institución educativa. Por ello, Codo et al. (1999), constatan que la naturaleza del trabajo docente hace que los profesores se involucren afectivamente con su labor, en una escala mucho mayor que cualquier otro trabajador del sector de la industria.
Todas estas labores extras en su trabajo, hace que el mismo docente se auto intensifique en su labor diario, donde el concepto de intensificación del trabajo docente ha sido utilizado por Apple (1995) y Hargreaves (2005) citado por Torre (2015), quienes lo definen como un proceso de racionalización y control del trabajo en la enseñanza, cuya referencia central es la organización laboral y su administración científica en la sociedad capitalista.
La intensificación de su trabajo en el día a día, va más allá del aula y la misma escuela, con actividades extra, como por ejemplo: planear sus clases; revisión de tareas, proyectos o actividades en clases; asistencia a espacios formativos; atención a situaciones relacionadas con la escuela y su trabajo (pláticas con padres de familia, asuntos laborales y sindicales, demandas oficiales de información, etc.); entre otras más actividades. Ocasionado en mucho de los casos; sufrimiento, insatisfacción, enfermedad, frustración y fatiga en su trabajo por auto intensificarse. Aparte de cumplir con todas estas demandas o exigencias extras, no se ven reflejadas en el sueldo del profesor, sino con el mismo sueldo y tiempo deben cumplir con las nuevas demandas presentadas en la educación.

Conclusión.
En la actualidad, es de gran importancia de la organización, ya sea, escolar o de trabajo. La escolar, es mucho más amplia y está en la disposición de los órganos del poder público (municipal, estatal y federal), a través de sus planes, leyes, decretos y programas, entre otros más. Por su parte, la organización de trabajo está más dirigida a los trabajadores de la educación. Estableciendo principalmente al docente y su organización de sus labores educativas dentro y fuera del aula de clases.
En donde el docente debe cumplir con todas las actividades escolares, sociales, institucionales y del magisterio, que se le exigen o demandan. Además al auto intensificar sus labores provoca un mayor esfuerzo en poco tiempo para la preparación en su organización de trabajo, ocasionando en muchos casos un cansancio crónico en su persona y trágicamente reduciendo la calidad del mismo.

Bibliografía.
Ballesteros, A. (1935). Organización escolar. Madrid: Revista española de pedagogía.
Hargreaves, A. (1996): Profesorado, cultura y postmodernidad. Madrid: Morata.
Instituto del Desierto de Santa Ana. (2015). El proceso enseñanza-aprendizaje con un enfoque teórico-práctico (Antología). IDESA; Santa Ana.
Real Academia Española. (s.a.). Organización. Recuperado el 3 de julio de 2019, en: https://dle.rae.es/?id=RBkqiJI
Sáenz, O. (1995). La organización escolar. Madrid: Anaya. Recuperado el 3 de julio de 2019, en: http://orescolar.blogspot.com/2016/05/definiciones-de-organizacion-escolar.html
Torres, H. (2015). Intensificación del trabajo docente. Recuperado el 3 de julio de 2019, en: https://www.milenio.com/opinion/alfonso-torres-hernandez/apuntes-pedagogicos/intensificacion-del-trabajo-docente

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