jueves, 12 de noviembre de 2020

El papel de la memoria en el aprendizaje: ¿qué importancia tiene?

 La memoria es el proceso cognitivo superior (lógico o intelectual) que define la dimensión temporal de nuestra organización mental. Es nuestra capacidad para codificar, almacenar, retener y luego recordar información y experiencias pasadas. ¿Cuál es su papel en el aprendizaje?


¿Cuál es el papel real de la memoria en el aprendizaje?

El cerebro humano me ha fascinado desde que era niño. Comprender cómo uno piensa, recuerda y actúa es extremadamente complejo. Como profesional del aprendizaje, confío en la ciencia del cerebro para garantizar la eficiencia de los programas que diseño. Esta serie de artículos aborda algunos de los conceptos más básicos de memoria y aprendizaje y su aplicación en el diseño de aprendizaje de la vida real. Vamos a empezar desde el principio…

La memoria es el proceso cognitivo superior (lógico o intelectual) que define la dimensión temporal de nuestra organización mental. Es nuestra capacidad para codificar, almacenar, retener y luego recordar información y experiencias pasadas.

La memoria tiene un papel fundamental en la vida, reflejando el pasado como pasado, y ofreciendo la posibilidad de reutilizar todas las experiencias pasadas y presentes, además de ayudar a asegurar la continuidad entre lo que fue y lo que iba a ser.

La memoria es un proceso de reflexión activo, subjetivo e inteligente de nuestras experiencias anteriores.

La memoria está relacionada con el aprendizaje, pero no debe confundirse con el aprendizaje. Hay 3 procesos principales involucrados en la memoria humana:

  • Codificación
    Transformación de información en una forma que se pueda almacenar en la memoria.
  • Almacenar
    Mantener la información codificada en la memoria.
  • Recuperar
    Volver a acceder a información del pasado que ha sido codificada y almacenada.

La codificación es el primer proceso que pone en funcionamiento la memoria humana. La eficiencia del aprendizaje, en general, depende de la eficiencia del proceso de codificación. Es un proceso activo y selectivo que depende de varios factores. Hay 3 tipos de factores que pueden influir en la eficiencia de la codificación:

  1. Factores de contenido
    Relacionados con el tipo de material a codificar.
  2. Factores ambientales
    Relacionados con las condiciones en las que se realiza la codificación.
  3. Factores subjetivos
    Relacionados con las variables vigentes cuando se realiza la codificación.

Los factores de contenido son:

  • El volumen del material (cuanto mayor es el volumen, más difícil es la codificación).
  • El grado de organización del material (cuanto mejor organizado, más fácil es la codificación).
  • El grado de familiaridad.
  • El lugar que ocupa la información en la estructura del contenido; es decir, al principio, al medio o al final del material (la información que se coloca al principio y al final tiende a almacenarse más fácilmente que la que se coloca en el medio).
  • La naturaleza del material.

Los factores ambientales, aunque no siempre se consideran importantes, son importantes para el proceso de memorización. La temperatura, la humedad, el ruido, el cariño, el clima socioemocional, etc., son solo algunos de los factores ambientales. Dependiendo de estas particularidades, el proceso de codificación puede estimularse o inhibirse.

Los factores subjetivos pueden incluir elementos como el estado de reposo o fatiga, salud o enfermedad del alumno. La motivación, los intereses y la disposición son fundamentales para el proceso de codificación, por lo que, como Diseñadores instruccionales, dedicamos mucho tiempo a definir "¿Qué gano yo con esto?" [1] para todos los programas de formación.

El almacenamiento es el segundo proceso que permite conservar la información codificada. Al igual que con la codificación, el almacenamiento es un proceso activo y selectivo. Mientras la información se almacena, se transforma, reorganiza e incluye permanentemente en nuevos enlaces, incluso si el sujeto no es plenamente consciente del proceso. El almacenamiento de la información implica aspectos tanto cuantitativos (la duración de la retención) como cualitativos (la fidelidad de la retención).

Dependiendo de la duración de la retención, existen 2 niveles [2] de memoria:

  • Memoria a corto plazo (STM)
  • Memoria a largo plazo (LTM)

Ambos actúan como filtros que protegen nuestro cerebro de la increíble cantidad de información que encontramos a diario. Cuanto más se repite o se utiliza la información, más probabilidades hay de que se retenga en la memoria a largo plazo (razón por la cual, por ejemplo, el refuerzo de los conceptos aprendidos es importante al diseñar un programa de aprendizaje). Este es el proceso de consolidación, la estabilización de un rastro de memoria después de su adquisición inicial.

La recuperación es el proceso de acceder a la información almacenada. Esto ocurre mediante el reconocimiento o el recuerdo. El reconocimiento es la asociación de un evento u objeto que uno experimentó o encontró previamente e implica un proceso de comparación de la información con la memoria, por ejemplo, reconocer un rostro conocido, preguntas de verdadero / falso o de opción múltiple. El recuerdo implica recordar un hecho, evento u objeto, y requiere el descubrimiento directo de información de la memoria, por ejemplo, recordar el nombre de una persona reconocida, completar las preguntas en blanco. El reconocimiento es más simple porque requiere un solo proceso: una simple decisión de familiaridad. La recuperación completa requiere un proceso de 2 pasos: primero, la búsqueda y recuperación de varios elementos de la memoria y, en segundo lugar, la elección de la información correcta de los múltiples elementos recuperados.

La teoría de la especificidad de codificación desarrollada por Endel Tulving [3] agrega otro componente al proceso de recuperación. Esta teoría explica que el recuerdo utiliza información tanto del rastro de la memoria como del entorno en el que se recupera. Básicamente, la recuperación es mejor cuando los entornos de codificación y recuperación son similares.

La memoria y el olvido van de la mano. Hay bastante literatura sobre la curva del olvido [4], pero para simplificar aquí, es útil tener en cuenta que el olvido tiene diferentes causas y diferentes ritmos en diferentes edades y que la forma más efectiva de combatir el olvido es la repetición. Para ser verdaderamente eficiente, la repetición debe considerarse a la luz de los siguientes criterios:

  • Consiga una cantidad óptima de repeticiones.
    Aunque no es intuitivo, el olvido está asociado tanto con la repetición insuficiente como con la repetición excesiva.
  • Espacio la repetición.
    El número y la duración de las pausas dependen del volumen y la complejidad del material.
  • Utilice "fórmulas" de repetición adecuadas.
    La lógica es preferible a la repetición mecánica, al igual que la repetición activa frente a la pasiva.

La memoria es esencial para aprender, pero también depende del aprendizaje porque la información almacenada en la propia memoria crea la base para vincular nuevos conocimientos por asociación. Es una relación simbiótica que continúa evolucionando a lo largo de nuestras vidas. El próximo artículo de esta serie analizará cómo aplicar estos conceptos al diseño de aprendizaje. Porque todos estamos realmente tratando de idear estrategias para ser más como elefantes [5]…

Referencias del artículo:

  1. Malcolm Knowles, educación informal de adultos, autodirección y andragogía
  2. Memoria a corto plazo (en funcionamiento)
  3. Memoria a largo plazo | Tulving (1972) | Procesal, semántico y episódico
  4. ¿Qué es la curva del olvido?
  5. Por que los elefantes nunca olvidan - Alex Gendler
FUENTE: Este artículo es ORIGINALMENTE publicado por ELEARNING INDUSTRY en la página; https://elearningindustry.com/   // Por la autora Monica Savage en abril del 2018   // Traducido por Google Translate.

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